Ohio, EE.UU.– El caso de Tamara Banks ha conmocionado a la comunidad tras ser condenada por la muerte de su hija de cuatro años, a quien alimentó únicamente con refresco a pesar de sufrir de diabetes. La pequeña falleció debido a la negligencia de sus padres, quienes se negaron en todo momento a buscarle ayuda médica.
Los hechos ocurrieron cuando Tamara Banks y su esposo, ignorando las recomendaciones de llevar a su hija a un doctor, optaron por alimentarla solo con refresco con cafeína, creyendo erróneamente que esto la haría «sentir mejor». La niña, que padecía diabetes, no recibió el tratamiento médico necesario, lo que agravó su condición de salud.
En 2022, la situación empeoró cuando la niña comenzó a mostrar signos de grave deterioro físico. Los padres finalmente buscaron ayuda cuando la pequeña se puso azul y dejó de respirar. Los médicos que la atendieron encontraron que la niña tenía los dientes podridos, le faltaba cabello y sufría de un grave problema médico debido a la falta de tratamiento para su diabetes.
Pese a los esfuerzos médicos, la niña no sobrevivió, y la autopsia reveló que había muerto a causa de una muerte cerebral. Tamara Banks fue arrestada y, aunque inicialmente fue declarada inocente junto a su esposo, el 29 de mayo fue condenada a 13 años y medio de prisión por homicidio involuntario. Además, fue multada con 350 mil dólares por el descuido y la negación de asistencia médica que llevaron a la muerte de su hija.
Este caso destaca la importancia de la atención médica adecuada y el impacto devastador de la negligencia en la salud de los menores.