Unos básicas cubitos de espinaca cubiertos con salsa de queso son un aperitivo sano y elegante que todos tus invitados estarán encantados de probar. Esta receta de horno se elabora en la licuadora, es bastante instantánea y bastante simple de llevar a cabo.
El sabor de las espinacas y de los piñones combina a la perfección con un queso de sabor fuerte. Por esto, escoger este componente correctamente es de suma trascendencia para el triunfo de la receta. Sin embargo puedes suplir el queso por uno bajo en grasa si quieres minimizar el contenido calórico. Cada cantidad aporta 460 calorías.
Beneficios nutricionales
Lo cual no es aconsejable suplir son los piñones, puesto que tal como las espinacas, resultan muy saludables. Tienen dentro ácidos grasos fundamentales Omega 3 y 6, así como vitaminas (C, B1, B2, B3, B12) y minerales (principalmente hierro, magnesio y potasio).
Ingredientes para 4 porciones:
- 500 gramos de espinacas
- 4 huevos
- 100 gramos de queso rallado
- 20 gramos de piñones
- 1 cucharada de leche
- Aceite de oliva extra virgen
- Nuez moscada
- Sal
- Pimienta negra
Para la crema:
- 200 gramos de queso fresco
- 150 mililitros de leche
Para hornear:
- Papel vegetal
- Moldes individuales para horno cuadrados
Preparación:
Lava las espinacas y saltéalas en una cacerola con un chorrito de aceite.
Cocina a lo largo de 5 min, incorpora sal y pimienta cómodo y deja que la verdura se escurra en un colador a lo largo de unos min.
Transporta las espinacas al vaso de la licuadora, añade los huevos y el queso rallado. Tritura bien hasta obtener una crema homogénea.
Incorpora los piñones, un poco de sal, otro poco de nuez moscada y, finalmente, la leche. Vuelve a batir y reserva.
Forra con papel vegetal los moldes particulares cuadrados, llénalos con la mezcla y hornéalos a baño María en un horno precalentado a 180°C a lo largo de alrededor de media hora.
A medida que tanto, elabora la crema. Calienta la leche en una cacerola a fuego medio y añade el queso cortado en trozos pequeños.
Cocina hasta que el queso se haya fundido por completo.
Saca los cubitos del horno, colócalos en una fuente, sírvelos y vierte encima de cada uno una cucharada de crema de queso.
