Aunque suene a película de ciencia ficción, la NASA confirmó la activación de su protocolo de “Defensa Planetaria” tras detectar el paso del cometa 3I/ATLAS, un objeto interestelar que ha despertado la curiosidad —y la cautela— de la comunidad científica internacional.
El protocolo de Defensa Planetaria es un sistema diseñado para rastrear, analizar y responder ante cualquier objeto espacial que pueda representar un riesgo para la Tierra. Su meta principal es prevenir un posible impacto de asteroides o cometas, por más baja que sea la probabilidad de que ocurra.
Este plan se compone de tres fases clave: localizar y seguir objetos desconocidos, emitir alertas a la comunidad científica si se detecta un riesgo y, en último caso, implementar medidas de mitigación para proteger el planeta. Aunque suena a ciencia ficción, este protocolo es una herramienta real y activa dentro de la NASA.
En el caso del cometa 3I/ATLAS, la activación del protocolo no se debió a una amenaza inminente, sino a la incertidumbre sobre su trayectoria y su extraña composición. Su origen interestelar y la forma borrosa de su atmósfera dificultaron las mediciones, lo que llevó a los científicos a aumentar la vigilancia para obtener datos más precisos.
La agencia espacial aclaró que la Tierra no corre peligro, y que las medidas tomadas son meramente preventivas. La campaña de observación tiene como objetivo calcular con exactitud la distancia del cometa, garantizando que se mantenga una separación segura y sin margen de error.
Con esta acción, la NASA refuerza su compromiso de proteger nuestro planeta y demostrar que, aunque el espacio pueda ser impredecible, la ciencia está preparada para actuar con anticipación y precisión.
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