Gran Morelos, Chih.– Lo que debía ser una noche de fiesta y tradición en honor a San Nicolás de Carretas terminó en un baño de sangre la madrugada de este lunes, dejando un saldo de seis muertos y al menos nueve heridos, entre ellos cuatro mujeres y un agente municipal.
De acuerdo con el Fiscal General del Estado, César Jáuregui Moreno, el ataque se originó en el salón de eventos de San Nicolás de Carretas, donde una discusión entre una sobrina y un tío desató un pleito que escaló hasta convertirse en un enfrentamiento armado.
Entre los fallecidos se encuentran tres hijos del exalcalde de Gran Morelos, Gilberto Gutiérrez Montes, quien gobernó el municipio hasta 2024. Testigos indicaron que los hermanos —identificados de manera extraoficial como Gilberto y Socorro, así como un tercer familiar— fueron emboscados por hombres armados luego de la discusión, lo que detonó el intercambio de disparos.
Testigos narraron que alrededor de la 1 de la madrugada, el sonido de las ráfagas hizo que decenas de personas corrieran despavoridas en busca de refugio. Madres cargaban a sus hijos, mientras otros se tiraban al suelo para evitar las balas. Muchas familias permanecieron escondidas en arroyos y terrenos baldíos durante horas, hasta que arribaron las autoridades.
En las calles del poblado quedaron tres cuerpos sin vida, mientras que otros fallecieron en hospitales de Chihuahua a donde fueron trasladados junto con los heridos.
La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que ya se tienen individualizados a los presuntos responsables y están en espera de obtener las órdenes de aprehensión para capturarlos. La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) desplegó un operativo con fuerzas estatales y federales para resguardar la zona.
Pese a ello, habitantes de Gran Morelos señalan que el municipio vive en un clima de miedo e incertidumbre, y que la violencia ha convertido sus fiestas patronales en un escenario de guerra.
Contexto de violencia
Este hecho ocurre dos días después del homicidio de Julissa Gutiérrez, esposa del director de Seguridad Pública Municipal, Ricardo Duarte, quien fue detenido como presunto responsable. Fuentes ministeriales no descartan que ambos hechos estén relacionados.
Los festejos patronales ya habían estado en el centro de la polémica, luego de que la tradicional corrida de toros fuera suspendida por orden de un juez federal, lo que generó inconformidad entre los aficionados.
Hoy, la gente de Gran Morelos asegura que la verdadera “corrida” fue de balas, una que no tuvo escapatoria y dejó una profunda herida en la comunidad.
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