La comunidad científica internacional se mantiene en alerta ante el enigmático cometa 3I/ATLAS, un objeto interestelar descubierto el 1 de julio de 2025 por la estación ATLAS en Río Hurtado, Chile. Desde su hallazgo, este cuerpo ha mostrado un comportamiento inusual que ha encendido las alarmas entre los astrónomos, quienes aún no logran explicar su origen ni su trayectoria.
El reconocido astrofísico Avi Loeb, profesor de Harvard y director del Proyecto Galileo, ha expresado su preocupación sobre la naturaleza del objeto. En una entrevista reciente declaró sin rodeos: “Si se trata de tecnología avanzada… estamos jodidos”, insinuando que el 3I/ATLAS podría no ser un cometa ordinario, sino algo de origen artificial.
El 3I/ATLAS fue clasificado inicialmente como un cometa de trayectoria hiperbólica, lo que significa que proviene del espacio interestelar y no está ligado gravitacionalmente al Sol. Sin embargo, los científicos se han sorprendido por varias de sus características: formó una cola a una distancia inusualmente grande del Sol, su brillo es mayor al esperado y presenta cambios de color. Estos detalles, junto con su movimiento errático, han despertado teorías sobre un posible origen no natural.
El astrónomo chileno Carlos Muñoz predijo la existencia de un cuerpo celeste que denominó «cometa-planeta» o «planeta 3I/ATLAS».
Muñoz creía que este objeto tenía una órbita inusual que, al acercarse a la Tierra, provocaría grandes terremotos y otros cambios geofísicos..🎯 pic.twitter.com/R622AnFuoM— 🌐EL GRAN DESPERTAR🌐 (@destapandolose1) October 29, 2025
Según Loeb, el 3I/ATLAS se desplaza tres veces más rápido que cualquier cohete construido por el ser humano y tiene un tamaño 50 veces superior al de la Starship, la nave más grande de SpaceX. El astrofísico calcula que viaja a 244,800 kilómetros por hora, una velocidad que supera con creces la de la mayoría de los objetos conocidos en el sistema solar. “No podemos lidiar con eso”, advirtió el científico, refiriéndose al hipotético escenario de enfrentar una tecnología de origen desconocido.
Aunque no existen pruebas que confirmen que el 3I/ATLAS sea una nave extraterrestre, su acercamiento a la Tierra ha despertado interés y cierta preocupación. Loeb ha sido claro: si el objeto pertenece a una civilización más avanzada, la humanidad estaría en clara desventaja. Sin embargo, también lo ve como una posible oportunidad para aprender. “Si sobrevivimos a tal encuentro, significaría que no estamos solos y que hay civilizaciones más avanzadas que nosotros”, explicó.
Los astrónomos continuarán monitoreando el cometa en los próximos meses, utilizando observatorios de todo el mundo para determinar si se trata de un cuerpo natural o de una estructura creada con tecnología desconocida. Por ahora, el misterio permanece abierto, y las palabras de Loeb siguen resonando entre los científicos: “Si es tecnología avanzada… estamos jodidos.”








































































