Chihuahua, Chih.- La gobernadora María Eugenia Campos Galván regresó al escenario público con poder y estrategia. No eligió cualquier foro, aprovechó la Asamblea estatal del PAN donde se rodeó de su círculo más cercano, de la familia panista que la ha respaldado desde el inicio, y ahí, frente a liderazgos, alcaldes, diputados y operadores, ahí Maru marcó la ruta.
Pidió a los militantes salir a defender con orgullo lo que el Partido Acción Nacional ha hecho en el gobierno estatal.
Enumeró resultados concretos: atención en la Sierra Tarahumara, inversión histórica en agua potable, programas como MediChihuahua y NutriChihuahua, regreso de estancias infantiles, apoyo a pacientes con cáncer, mejores condiciones para policías, transporte digno en Juárez, corredores turísticos y la transformación de la capital desde 2016.
Con ese recuento, reconstruyó la identidad del PAN como partido de soluciones y lanzó una frase que prendió el ánimo: “Es un orgullo ser del PAN.”
Pero el verdadero golpe político vino al final:
“No puede haber lugar para la duda: tenemos todas las herramientas para ganar en 2027.”
