MÉXICO.- El mayor reto que tendrá que enfrentar la nueva Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) será la corrupción que, históricamente, ha afectado a las diferentes aduanas del país, indicaron analistas.
“Esto es un problema histórico que, en momentos, se ha controlado mejor y, en otros, ha empeorado, pero, siempre ha existido la corrupción en las aduanas”, indicó Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Esta corrupción, agregó, es la que permite que a través del contrabando —ya sea de productos como armas de fuego, drogas y combustible— no sólo se defraude al fisco y haga que el erario pierda una parte significativa de ingresos, sino que también vulnere la seguridad nacional.
Con la creación de la ANAM, Raymundo Tenorio, catedrático del Tec de Monterrey, el gobierno buscará poner más vigilancia en las 49 aduanas del país, esto con ayuda de los militares.
No obstante, destacó que si bien la ANAM será un órgano desconcentrado que no estará dentro del SAT, éste aún deberá rendir cuentas a la Secretaría de Hacienda.
“La Agencia Nacional de Aduanas de México estará dotada de autonomía técnica, operativa, administrativa y de gestión. Además, tendrá el carácter de autoridad fiscal y aduanera y facultades para emitir resoluciones en el ámbito de su competencia. Contará con oficinas en las entidades federativas y sus plazas más importantes, así como en el extranjero, a efecto de garantizar una adecuada desconcentración geográfica, operativa y de decisión en asuntos de su competencia”, detalló hace unos días Hacienda.
Desde la Administración General de Aduanas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) —que será la ANAM— el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha intentado combatir este problema. En total, son tres los titulares que han pasado por esta administración desde el inicio del sexenio, los cuales han intentado solucionar la problemática.
