NUEVA YORK.- Brian Flores presentó una demanda colectiva contra la NFL y tres equipos, los Dolphins, los Broncos y los Giants, alegando discriminación con respecto a sus procesos de entrevista con Denver y Nueva York y su despido el mes pasado por Miami.
En la demanda de 58 páginas, Flores afirma que el propietario de los Dolphins, Stephen Ross, intentó incentivarlo para que perdiera juegos deliberadamente poco después de que lo contrataran en 2019; Ross le ofreció a Flores $100,000 por cada juego que el equipo perdiera esa temporada. Flores alega que cuando el equipo ganó juegos al final de la campaña, el gerente general de los Dolphins, Chris Grier, le informó que Ross estaba «enojado» porque el éxito de Flores en el campo «comprometía la posición [del equipo] en el draft».
Además, Flores afirma que Ross lo presionó para que reclutara a un «mariscal de campo importante» al final de la temporada 2019, a lo que Flores se negó para no violar las reglas que prohiben tentar a un jugador bajo contrato de la NFL. Luego, Ross supuestamente invitó a Flores a su yate para almorzar en el invierno de 2020, donde le informó a Flores que el «destacado mariscal de campo» llegaría «convenientemente» a las instalaciones para una reunión improvisada.
Flores volvió a rechazar el encuentro y abandonó el yate. Posteriormente, Flores afirma que fue «tratado con desdén y presentado como alguien que no cumplía y con quien era difícil trabajar».
Finalmente fue despedido el 10 de enero de 2022, a pesar de registrar las primeras temporadas ganadoras consecutivas de la franquicia desde 2003 (10-6 en 2020; 9-8 en 2021).
Flores también alegó que los Giants lo entrevistaron el mes pasado para la vacante de entrenador en jefe sin otra razón que cumplir con la Regla Rooney de la NFL, que requiere que los equipos entrevisten a candidatos de minorías para sus puestos vacantes.
Flores afirma que se entrevistó con los Giants el 18 de enero, antes de que el equipo contratara al exgerente general adjunto de los Buffalo Bills, Joe Schoen, como su gerente general el 23 de enero. Afirma que, al día siguiente, Schoen pactó la entrevista que tenía para el 27 de enero y el codirector de personal de jugadores de Giants, Tim McDonnell, le envió un mensaje a Flores diciendo que esperaba, «ganara el maldito trabajo».
Sin embargo, horas después, narra la demanda de Flores, recibió una serie de mensajes de texto del entrenador de los Patriots, Bill Belichick, con quien Flores trabajó durante 10 años en New England. En esos textos, Belichick le comentó a Flores que había escuchado de «Buffalo y NYG que tú eres su hombre».
Flores luego le pidió a Belichick que aclarara si quería hablar con él o con el ex coordinador ofensivo de los Bills, Brian Daboll, quien también estaba compitiendo por el puesto de los Giants. Belichick admitió su error y le informó que los Giants querían a Daboll.
«Lo siento, lo arruiné. Revisé dos veces y leí mal el texto. Creo que están nombrando a Brian Daboll. Lo siento», escribió Belichick.
Flores alega que su entrevista posterior con los Gigantes fue una «farsa». New York contrató a Daboll días después.
En un comunicado más tarde el martes, los Giants sepalaron: «Estamos complacidos y confiados con el proceso que llevó a la contratación de Brian Daboll. Entrevistamos a un grupo impresionante y diverso de candidatos. El hecho es que Brian Flores estuvo en la conversación para ser nuestro entrenador en jefe hasta el último momento. Finalmente, contratamos a la persona que consideramos más calificada para ser nuestro próximo entrenador en jefe».
Flores también afirma que ocurrió un escenario similar a lo que sucedió con los Giants cuando se entrevistó con los Broncos para su puesto vacante de entrenador en jefe en 2019. Flores alega que el entonces gerente general de Denver, John Elway, entre otros, llegó a la entrevista una hora tarde y claramente con resaca. – ya que afirmó que habían estado «bebiendo mucho la noche anterior».
En la demanda, el bufete de abogados de Flores, Widgor Law LLP, estipula que el entrenador espera «arrojar luz sobre las injusticias raciales que tienen lugar dentro de la NFL».
«Dios me ha dotado de un talento especial para entrenar en el fútbol americano, pero la necesidad de un cambio es más grande que mis objetivos personales», subraya Flores en un comunicado publicado por la firma de abogados que lo representa en el caso. «Al tomar la decisión de presentar la demanda colectiva, entiendo que puedo poner en riesgo entrenar en el juego que amo y que ha hecho tanto por mi familia y por mí. Mi sincera esperanza es que, al oponerme al racismo sistémico en la NFL, otros se unirán a mí para garantizar que se produzca un cambio positivo para las generaciones venideras”.
